La importancia de los números en el crecimiento de tu negocio
Cómo una gestión financiera adecuada puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso empresarial.
Os voy a contar una historia…
Hace años, una persona con una gran vocación y experiencia decidió emprender un negocio: su negocio. Tenía claro que dominaba su sector, sabía cómo ofrecer un producto o servicio de calidad y estaba dispuesto a trabajar duro para convertir su pasión en su medio de vida.
Durante los primeros años, se dedicó en cuerpo y alma, enfrentándose a todas las dificultades que cualquier emprendedor conoce: largas horas de trabajo, sacrificios personales y financieros, y, por supuesto, la incertidumbre del futuro. Pero sus esfuerzos empezaron a dar frutos. Cada mes, la facturación crecía y las perspectivas parecían cada vez más brillantes. Fue entonces cuando tomó la decisión de dar un paso más: decidió crecer acompañado.
Contrató a su primer empleado, invirtió en infraestructura y en marketing. El negocio, que hasta entonces era pequeño pero rentable, comenzó a tomar forma de algo mucho más grande. Con un equipo, más recursos y una mayor demanda, sintió que estaba avanzando en la dirección correcta. Para hacer frente a los nuevos desafíos y las crecientes necesidades financieras, recurrió al apoyo de una entidad bancaria, que le ofreció una póliza de crédito. Como suele ocurrir, el préstamo vino acompañado de algunos productos vinculantes que no eran estrictamente necesarios, pero no fueron un problema en ese momento. Lo importante era que la financiación estaba asegurada, y todo parecía ir viento en popa.
Pero lo que nuestro emprendedor no sabía es que había entrado en un terreno desconocido: la gestión de los números. A pesar de la creciente facturación, empezó a notar que cada vez le costaba más llegar a fin de mes. Los problemas financieros empezaron a aparecer de manera inexplicable. ¿Cómo podía estar facturando más y, al mismo tiempo, tener más dificultades para cubrir gastos?
Al principio, lo atribuía a las típicas fluctuaciones del negocio, pero con el tiempo se dio cuenta de que la situación era más grave de lo que parecía. Los ingresos llegaban, sí, pero los costes operativos crecían de forma descontrolada. Los gastos asociados al equipo, las inversiones, y los imprevistos parecían multiplicarse, y de repente, la situación que antes era manejable, comenzó a complicarse.
El momento clave llegó cuando la póliza de crédito que había utilizado para mantener el flujo de caja llegó a su vencimiento. Como tantos otros, nuestro protagonista esperaba poder renovarla sin problemas, ya que había sido fiel a los pagos. Sin embargo, la entidad que en su momento le había ofrecido su apoyo financiero decidió, en un giro inesperado, retirarlo. En el peor momento posible, cuando más lo necesitaba, se encontró sin el respaldo bancario que había dado por seguro.
Esta experiencia nos enseña una lección fundamental: los números lo son todo en un negocio. Es muy fácil centrarse en la parte operativa o comercial, en hacer lo que mejor sabemos hacer. Pero si no controlamos los números, tarde o temprano el negocio puede venirse abajo. El éxito no se mide solo por la facturación, sino por una buena gestión financiera que permita a una empresa crecer de manera sostenible y evitar los baches económicos. Es imprescindible tener una visión clara de las finanzas, no solo cuando las cosas van mal, sino sobre todo cuando están funcionando bien.
Si no entiendes lo que está sucediendo en el plano financiero, es posible que te encuentres en situaciones tan difíciles como la que vivió este emprendedor. Déjame ayudarte a construir un crecimiento firme y sostenible, para que puedas dedicarte a lo que realmente sabes hacer, mientras te aseguras de que las finanzas de tu negocio estén bajo control. Porque al final del día, lo más importante no es solo crecer, sino crecer de manera saludable.
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